Solo aquellos que hemos tenido la oportunidad de adoptar a una mascota podemos reconocer la bendición que han traído a nuestras vidas.
Según investigadores de la Universidad de Florida (FSU), tener una mascota por compañía después de la pérdida del cónyuge puede reducir los sentimientos de depresión y soledad, especialmente en personas mayores de 50 años. Tanto los perros como los gatos son capaces de ofrecer beneficios emocionales a personas que enfrentan el dolor de una pérdida.
Aunque tener una mascota es una gran responsabilidad también es un acto de amor y genera grandes beneficios para la salud mental.
Para muchas personas esa mascota puede ser su única compañía y esperanza de vida. Además, ayuda a no sentirse solo, a levantarse y salir de la cama porque hay alguien que depende de ellos. La presencia de la mascota estimula el contacto físico y la comunicación.
El sacar a la mascota a pasear puede ayudar a mejorar la comunicación, entablar conversaciones con otras personas, osea activar el área de socialización, ayudar a vencer la timidez y procurar ejercitarse. Por tanto, te ayuda a reducir el estrés, estar más distraído y olvidar las preocupaciones por un momento.
El acariciar a esa mascota y jugar con ellos aumenta la producción de serotonina y dopamina que nos relajan y refuerzan el sistema inmune al momento.
Si has tenido un día largo y difícil ya sabes que encontrarás a alguien listo para recibirte y contagiarte con su alegría. ¿Sabes qué es lo mejor? Nos brindarán su amor incondicional y siempre estarán felices de vernos. Saber que alguien nos espera en casa, nos motiva a llegar.
En San Juan Capestrano fomentamos la terapia canina y contamos con ese can de servicio, tan especial para la recuperación. Creemos en esta terapia. ¡Motívate! ¡En San Juan Capestrano cuidamos de ti!
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