Los Expertos Hablan

La violencia nuestra de día a día

Violencia en la calle de atrás

En Puerto Rico nos levantamos y cuando prendemos el televisor observamos los nuevos asesinatos que ocurrieron en la madrugada, mujeres que murieron a manos de su pareja, ancianos abandonados por sus familiares.  Luego prendemos el radio y la próxima noticia es una alerta de niños perdidos, y/o maltratados por las personas que se suponían les brindaran amor.  Durante el día continuamos conversando sobre el acoso escolar, accidentes donde el que atropella se va a la fuga, juegos de baloncesto que terminan en agresiones.   Estamos viviendo un estado de violencia sistémica.

Según el Dr. José Ordóñez; doctor en criminología, la violencia sistémica es “un patrón de agresión y hostilidad generado en la sociedad que se encuentra mantenido por creencias individuales, disfuncionales, prejuicios, estereotipos, tradiciones culturales y estructuras socioeconómicas entre otros factores psicosociales”.

Existen varios modelos para comprender la naturaleza de la violencia.  El modelo ecológico de Bronfenbrenner, se basa en la evidencia que no existe un único factor que explique por sí solo la violencia, explora la relación entre los niveles de influencia sobre el comportamiento humano. Destaca la importancia que tiene el estudio de los ambientes en los que nos desenvolvemos.  El modelo ecológico se encarga de explorar el comportamiento desde el individuo, la comunidad, las relaciones interpersonales hasta la sociedad en su justa perspectiva.

Los beneficios de conocer sobre la violencia sistémica es educar y fomentar desde el hogar, los valores, las relaciones positivas que pueden comenzar a prevenir la violencia.   Se pueden reforzar las relaciones en la escuela, en la comunidad, en el área laboral para prevenir conductas de riesgo y crear un ambiente de respeto para solucionar conflictos.

Cada individuo presenta una historia, una vida familiar, factores biológicos, modelo de crianza con sus padres, si estos estuvieron presentes o ausentes, si hubo afecto, si tuvieron uso de alcohol o drogas en el hogar, como fue el nivel de comunicación en el hogar, si hubo violencia intrafamiliar, o si el individuo fue víctima de abuso infantil.  Desde aquí la persona puede tener características de ser victima o perpetrador de actos de violencia.

El nivel de relaciones es un aspecto importante, como es el comportamiento con la pareja, como reacciona cuando se enoja, rompe cosas, agrede a la pareja, la maltrata emocionalmente, crea un ambiente violento con amigos y los miembros de la familia. Se integra a socializar o se aísla de los demás. En la interacción diaria respeta, es empático, es receptivo a las críticas. O su comportamiento es agresivo, se comporta desafiante hacia los demás. El comportamiento es crucial para que se pueda desarrollar actos de violencia.

En la comunidad se evalúa la escuela, si fue un desertor escolar, en su lugar de trabajo, si ha experimentado varias veces el desempleo.  En el vecindario, si se ha mudado muchas veces, si es un ambiente de vecindario violento, si no conoce a sus vecinos, si no participa de actividades comunitarias, es más probable que experimente actos de violencia.

El nivel social examina los factores sociales que determinan las tasas de violencia, por la desigualdad social, relaciones de uso y poder, la aceptación de la violencia como una forma de resolver los conflictos, ides de la masculinidad asociada al poder entre otros.

El tema de la violencia es muy abarcador y complejo.  No es lo mismo tener coraje que tener ira.  Es importante reconocer cuando la persona siente Ira y cómo manejarla.  Adjunto varias recomendaciones:

Manejo de la Ira:

Cuando el individuo siente ira, puede percatarse de unos cambios físicos, la presión arterial y el ritmo cardiaco aumentan.  Los niveles hormonales incrementan, provocando un estallido de energía.   Esto provoca reaccionar de manera agresiva, cuando la persona se siente amenazada.

Recomendaciones:

  • Pon atención a que desencadena tu ira. Es necesario respirar y calmarte antes de hacer esto.
  • Identifica formas de relajarte. Existen técnicas de relajación que puedes probar.
  • Toma tiempo para calmarte. Aléjate de la situación, quédate unos minutos a solas.
  • Trabaja para resolver los problemas. Opta por encontrar una solución.
  • Piensa antes de hablar. Ordena tus pensamientos.
  • Expresa tu malestar. No lastimes a otros, no es necesario.
  • Haz ejercicios. Si sientes que tu ira esta aumentando, sal a a caminar o a correr.
  • Busca Ayuda. Considera hablar con un profesional de salud mental.  En San Juan Capestrano tenemos 9 clínicas a través de toda la Isla para poder ayudarte.

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